PP y Cs rechazan una enmienda de Compromís para acelerar la reparación de la balsa de San Diego en Villena
Compromís ha denunciado que el PP y también Ciudadanos boicotean en el Senado la agilización de la puesta en funcionamiento de infraestructuras vitales para el trasvase Júcar-Vinalopó, al rechazar la enmienda de la coalición a las cuentas del Estado para garantizar dinero en 2017 e impulsar la reparación de la balsa de San Diego en Villena.
Esta infraestructura, con un volumen de embalse de 20,7 hm3, sirve para regular los caudales procedentes de la conducción Júcar-Vinalopó y tiene un objetivo ambiental, como es paliar la sobreexplotación de los acuíferos, algo que no cumplirá si está parada, subraya Compromís. La balsa es la segunda más grande de Europa y permite a sus usuarios ahorrar en el coste energético del bombeo del agua en los meses de demanda. El PP dio viabilidad legal al trasvase en 1998, en 2001 se licitaron las obras, el PSOE las acabó y en 2009-2010, después de la autorización por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, en la fase de puesta en carga (llenado) evidenció fugas muy importantes y falló la ingeniería. Tras años sin invertirse un euro en esta enorme infraestructura supuestamente ubicada sobre una geología impermeable, en la actualidad funciona únicamente el pequeño extremo del talud, de un metro de alto.
Para el senador territorial y portavoz de Compromís, Carles Mulet así gestiona el PP esta obra que en la actualidad no sirve para nada. Los planes del Gobierno, tras las gloriosas fotos de los políticos junto al agua de épocas pasadas, pasan ahora por invertir 25 millones de euros en presupuestos futuros tras años de tener el proyecto en el cajón de Acuamed, para apantallarla con asfalto y repararla. Casi lo mismo que se gastó en construirla. Así se gastan el dinero quienes hacían bandera del agua, añadía. Además no tenemos garantías de que efectivamente vayan a cumplir las cuentas para 2017 y años posteriores, como demasiado a menudo hacen con el dinero que va para los valencianos, concluía Mulet.
